Las herencias son gastos mal planificados, pero qué duda cabe que si se tiene una mínima capacidad de ahorro, hay que ir de cabeza a invertirlo. La inflación (y los impuestos) lo devoran todo. Gracias entre otros a ti, Jordi, yo llevo ya un tiempo en indexados, gracias por eso.
¿Que sentido tiene? Vivir de una manera austera y generar un patrimonio de ese calibre, para terminar cediendolo a la beneficencia, no digo que esté mal, pero podría haber utilizado parte de ese dinero para vivir una mejor vida el mismo, no hablo de mansiones, lamborguinis y meretrices, hablo de una buena vida, en la que no hubiera tenido que trabajar tantos años, al menos en una gasolinera, que hubiera viajado, o experimentado más cosas. En mi caso, aunque a años luz de este hombre, intentaré usar lo que sea capaz de generar, para retirarme unos años antes y poder mantener calidad de vida al menos que tengo ahora, y lo que sobre, si sobra algo, para los que me sobrevivan.
En la vida hay que tener proposito como dicen los anglosajones. No digo que Ronald no fuera feliz, nadie se lo pregunto. Seguramente lo fue,pero sospecho que sin hacerse millonario tambien lo habria sido.
Supe de este hombre por el libro The Psycology of Money que Jordi recomendó en un programa de Twitch. Me ha encantado conocer un poco más al bueno de Ronald. Una lección de humildad y de cómo el dinero es sólo parte de la ecuación.
Las herencias son gastos mal planificados, pero qué duda cabe que si se tiene una mínima capacidad de ahorro, hay que ir de cabeza a invertirlo. La inflación (y los impuestos) lo devoran todo. Gracias entre otros a ti, Jordi, yo llevo ya un tiempo en indexados, gracias por eso.
¿Que sentido tiene? Vivir de una manera austera y generar un patrimonio de ese calibre, para terminar cediendolo a la beneficencia, no digo que esté mal, pero podría haber utilizado parte de ese dinero para vivir una mejor vida el mismo, no hablo de mansiones, lamborguinis y meretrices, hablo de una buena vida, en la que no hubiera tenido que trabajar tantos años, al menos en una gasolinera, que hubiera viajado, o experimentado más cosas. En mi caso, aunque a años luz de este hombre, intentaré usar lo que sea capaz de generar, para retirarme unos años antes y poder mantener calidad de vida al menos que tengo ahora, y lo que sobre, si sobra algo, para los que me sobrevivan.
Una (buena) motivación es ganar la partida. No es fácil. No todos lo consiguen y la satisfacción debe ser... enorme.
En la vida hay que tener proposito como dicen los anglosajones. No digo que Ronald no fuera feliz, nadie se lo pregunto. Seguramente lo fue,pero sospecho que sin hacerse millonario tambien lo habria sido.
Supe de este hombre por el libro The Psycology of Money que Jordi recomendó en un programa de Twitch. Me ha encantado conocer un poco más al bueno de Ronald. Una lección de humildad y de cómo el dinero es sólo parte de la ecuación.