Mi aventura en la creación y divulgación de contenido en redes sociales comenzó a mediados de 2013, cuando empecé a participar en el pódcast Economía Directa. Detrás del proyecto estaba la asociación Colectivo Burbuja, y el dinero que se movía era lo justo para "mal pagar" a algún editor. Los divulgadores no cobrábamos nada, pero nos apasionaba hablar de economía, debatir con gente inteligente y, sobre todo, dejar de dar la brasa a nuestras parejas con nuestras reflexiones financieras (ellas nos lo agradecían más de lo que admiten, seguro).
Con los años, decidí crear mi propio canal en YouTube y, más adelante, colaborar con Jordi Llatzer en su proyecto Espurna. Los tiempos cambiaron y pasamos de un formato de pódcast solo de audio a otro con video en directo. La interacción con la audiencia resultó ser un subidón de energía para cualquier creador que disfruta lo que hace.
De la pasión a la monetización
Lo que empezó como un hobby pronto se transformó en una actividad en la que había un poco de dinero. Al principio, crear contenido te cuesta dinero: micrófonos, cámaras, plataformas de edición y, sobre todo, tiempo. Pero, cuando ves la cantidad de dinero que se mueve en redes sociales, es difícil no plantearse cómo monetizar tu esfuerzo.
Y aquí viene la gran pregunta: ¿Cómo ganar dinero sin vender tu alma al diablo del clickbait? Todos hemos exagerado algún título (“Descubre el truco que los bancos NO quieren que sepas”… ya sabes, puro Shakespeare), pero hay una gran diferencia entre eso y los que ponen miniaturas con caras de sorpresa y titulares engañosos, para luego hablar de algo totalmente distinto.
El catastrofismo vende, y mucho. Si mañana anuncias que YouTube está acabando con tu canal, tendrás el doble de visitas que si simplemente hablas de finanzas.
El dilema de la monetización
En un momento de mi trayectoria, decidí que no iba a monetizar YouTube con AdSense. Pensaba que quitar la publicidad mejoraría la experiencia de los espectadores. Pero la realidad … el tráfico de mis videos cayó en picado. Google prioriza el contenido monetizado, porque su negocio depende de ello. Al final, tuve que volver a activar los anuncios … y agradecer cada transferencia mensual que llegaba.
Por otra parte, el negocio de la creación de contenido me ha hecho ver de todo:
Gestores de fondos de inversión cuyos ingresos principales provienen de vender cursos, sin advertir a los inversores que podrían ganar más con un fondo indexado. (Casualidad, seguro).
"Inversores" en bolsa e inmobiliario que ganan más dinero con sus actividades de divulgación y patrocinios que con sus propias inversiones.
Videos patrocinados de productos o servicios que no tienen ningún sentido para el canal en cuestión. (Si me ves anunciando pastillas para el pelo, denunciame¡¡¡).
Creadores que antes eran accesibles y dispuestos a entrevistas, pero que ahora cobran cachés de estrella de cine.
Transparencia y honestidad:
Con el tiempo, he llegado a la conclusión de que la transparencia es clave. En mi caso, genero ingresos a través de mentorías financieras, AdSense y algún video patrocinado. Pero lo fundamental es que el dinero que obtengo de mis redes sociales representa menos del 5% de mis ingresos netos en la actualidad, y sigo sorprendido que gane algo y no palme pasta ;) . (Vamos, que si un día me cierran el canal, me seguiré comprando cafés :) .)
Como divulgador, es importante ser honesto sobre de dónde vienen tus ingresos. Si la audiencia sabe cuál es tu modelo de negocio, puede juzgar con mayor claridad si lo que dices está sesgado por intereses económicos o no.
No estoy diciendo que la gente no tenga que cobrar, ni mucho menos¡¡¡ Que no se me entienda mal, simplemente el espectador tendría que saber de que vives.
Test para Detectar a Divulgadores/Creadores No Honestos
Si eres creador de contenido (o simplemente quieres saber si deberías desconfiar de algunos), aquí tienes un pequeño test:
¿Has hecho una miniatura con tu cara en shock y la palabra CRASH? (Sí/No)
¿Has rechazado un patrocinio aunque pagaban bien porque no creías en el producto? (Sí/No)
¿Si YouTube dejara de pagarte, seguirías haciendo contenido? (Sí/No)
¿Si tuvieras que poner en tu bio de Twitter todos tus ingresos de redes sociales, te daría vergüenza? (Sí/No)
¿Alguna vez has anunciado un “secreto financiero” que resultó ser sentido común? (Sí/No)
¿Has recomendado un producto solo porque te pagaron, sin haberlo probado? (Sí/No)
¿Has cambiado de opinión sobre un tema financiero después de recibir un patrocinio? (Sí/No)
¿Tus seguidores saben claramente cuáles son tus fuentes de ingresos? (Sí/No)
¿Has usado el miedo (crisis, desplomes, quiebras) para ganar visitas? (Sí/No)
¿Te considerarías un divulgador antes que un vendedor? (Sí/No)
Si contestaste “Sí” a las preguntas 2, 3, 8 y 10, felicidades, probablemente eres un creador honesto. Si dijiste “No” a todas… bueno, al menos eres consistente.
La creación de contenido en redes sociales es una industria en constante evolución, donde la línea entre informar y vender es cada vez más difusa. Es por eso que los espectadores también tienen que aprender a ser críticos y cuestionar qué hay detrás de cada video o publicación.
Ser creador de contenido y mantener la objetividad es un desafío constante. Lo importante es no perder de vista por qué empezaste y recordar que, al final, la confianza de la audiencia vale mucho más que cualquier patrocinio. Y si alguna vez ves que mi canal se llama EL APAGÓN FINANCIERO FINAL, sabrás que me vendí al clickbait. Hasta entonces, Spy & Golf…
A veces Jordi te pone en aprietos cuando se lanza sus triples e intenta que lo sigas o confirmes su apuesta. Lo sigues desde la distancia para acabar recordando que lo más eficiente, sino te quieres complicar, es indexarse. Y así con todo, tus videos mensuales destilan objetividad y honestidad.
Muchas gracias por tus vídeos y newsletters Josean. Cada vez son de mayor calidad y los seguimos más gente.