El coleccionismo es una de las formas de inversión menos conocidas y que más dinero concentran.
Más que el mercado de BITCOIN y todas las criptomonedas incluidas:
La gente colecciona arte, coches, relojes, autógrafos y hasta videojuegos.
Sobre todo porque es un mercado en el que no va a haber producción de nuevas unidades y al contrario, algunas de las existentes van a desaparecer por pérdida, robo o accidentes.
Y la demanda tiene que enfrentarse a una oferta cada vez más reducida.
Justamente de ello querría hablaros hoy.
DE INVERSIÓN en VIDEOJUEGOS.
Soy Martín Gamero, escritor, coleccionista y arqueólogo de la tecnología retro y os dejo los precios de la Consola Neo Geo en España en 1993:
Los juegos muy buscados de la máquina, como Metal Slug 3, lanzado en España en el año 2000 y que, buscando un poco podía comprarse por unas 50.000 pesetas.
¿Cuánto CREÉIS que hay que pagar hoy para poder adquirirlo?
……
Entre 3500 y 6.000 euros.
Es decir, en 24 años, una rentabilidad anual de entre el 11 y el 14%
Pero es peor el caso de “Neo Turf Masters” lanzado por 400 dólares en Estados Unidos y que a día de hoy no puede adquirirse en buen estado por menos de…
Agarraos…
14.000 dólares.
………
Uno de mis primeros chascos en la vida fue cuando tenía seis o siete años, en un cumpleaños. Mi difunto tío Pepe me regaló un billete de 10.000 pesetas. Todos parecían muy contentos, pero yo, sin entender bien qué pasaba, fui con mi madre y le di el billete muy triste. Al poco rato, vino a preguntarme qué me pasaba, y le respondí: "Eso no sé para qué sirve, yo quería un GI Joe". Nadie lo sabía, pero en ese momento nació el Martín coleccionista.
Todos cambiamos con los años, pero los gustos, los deseos insatisfechos y las oportunidades perdidas nos persiguen. Esas experiencias forjan lo que somos, y con el tiempo, intentamos remediarlas. Nunca se puede tener todo, pero si realmente queremos algo, tarde o temprano intentamos conseguirlo.
Esta es una de las razones por las que todos, en mayor o menor medida, coleccionamos algo. Desde botellines de cerveza hasta coches, todos queremos poseer objetos que, más allá de su valor monetario, tienen un significado personal e íntimo. Para nosotros, ese valor es el más importante.
Tener una afición no solo nos ayuda a desconectar, sino que nos permite avanzar, aprender e invertir nuestro tiempo sin esperar un beneficio inmediato. Es una inversión de resultado incierto y valor monetario desconocido, pero con una recompensa tan satisfactoria que la hacemos sin dudar.
Este interés por los objetos coleccionables también abre la puerta a la monetización. Basta con ver la cantidad de canales de YouTube dedicados a temáticas poco convencionales. Por eso, ningún coleccionable desaparecerá jamás. Puede que haya épocas de mayor o menor interés, que el mercado se reduzca o se expanda, pero estamos hablando de objetos finitos cuyo valor trasciende una cifra o un estatus social.
Siempre habrá nuevas generaciones entrando en el mundo del coleccionismo, y para ellos, el estatus se medirá en objetos. En el caso de los videojuegos, yo no fui parte de la primera hornada de coleccionistas, sino de la que vio cómo los precios empezaban a subir y empezó a considerar normal pagar más de diez euros por un juego. Esa cifra ha seguido aumentando, y dentro de 30 o 40 años, cuando nosotros ya no estemos o estemos muy cascados, vendrá otra generación que querrá saber cómo empezó todo. Querrán descubrir una época en la que los juegos venían en formato físico con manuales, en la que realmente eran de tu propiedad, y en la que su único propósito era divertir o contar una historia, no atraparte en una rueda de hámster sin fin. Hace años que los videojuegos son cultura e historia, y por tanto, un activo más.
Dicho esto, ¿este texto busca que vendáis bitcoins para comprar figuras o videojuegos? Claro que no. Solo es una forma de recordar que la inversión es algo más que números y que, si es posible, intentéis aprovechar vuestro hobby para invertir, porque todo nicho tiene su rentabilidad.
Gracias a Jordi por darme esta oportunidad y os agradecería un voto en los premios DeVuego:
📖 A mejor libro (El legado de Nvidia y ATI):
🔗 https://www.devuego.es/premios-devuego/2024/?cat=mejorlibro#votacion
🖊️ A mejor autor (Martín Gamero Prieto):
🔗 https://www.devuego.es/premios-devuego/2024/?cat=mejorautor#votacion
Grande!
Mi padre era coleccionista, entre otras cosas, de sellos 🤕. No further comment.